El éxito les ha caído sobre la cabeza
El 29 de octubre de 1959 nacía un personaje que marcaría la historia de las historietas: Astérix el Galo. Entre humor típicamente francés y sátira de las peculiariades contemporáneas, sus aventuras sedujeron a los lectores de todos los países.
LA GÉNESIS
La historia transcurre en el año 50 a. C.. Toda la Galia está ocupada por los romanos, a excepción de un pequeño pueblo de irresistibles Galos… Resisten gracias a la poción mágica elaborada por el druida del pueblo: el famoso brebaje multiplica la fuerza física de aquel que la toma. Tal es la sinopsis de una de las series más conocidas del noveno arte francés.
En 1959, el guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo están buscando un concepto de serie con un fondo de sátira histórica. La época gala se impone como una evidencia. Goscinny se inspira en el nombre del jefe Vercingétorix para otorgar a todos los patronímicos de los personajes principales la terminación « ix ». Astérix (responde a « asterisco ») tiene una pequeña estatura pero una mente aguda. Uderzo sabe que un buen binomio cómico se alimenta de contraste : a Obélix, el compañero inseparable de Astérix, le gusta definirse como « un poco gordito » y no pierde la ocasión de golpear a los Romanos. Ellos dos, así como la comunidad aldeana que los rodea, representan a los Français, a la vez irritables y de buen vivir.
EL FENÓNEMO ASTÉRIX
Astérix hace su primera aparición en el periódico Pilote. Es rápidamente apreciado por el público : « Astérix el Galo », el primer album del cual es el héroe, aparece en 1961 y se venden 6 000 ejemplares. Desde 1965, cada nuevo volumen de la serie tiene una tirada de más de un millón de ejemplares. El duo de Galos conoce el éxito en varios países : en Alemania, por ejemplo, sus historias se venden igual de bien que en Francia. Luego de la muerte de Goscinny, en 1977, Uderzo continua la aventura solo. 35 álbumes y cerca de 365 millones de ejemplares más tarde, Astérix es la historieta más vendida sobre el planeta. Ya se ha traducido en 111 idiomas, del mandarin al…dialecto picardo. Hoy retirado, Uderzo le ha confiado la serie a un nuevo equipo, Jean-Yves Ferri y Didier Conrad. Los dos son los autores del último álbum « El papiro de César » : publicado el 24 de octubre de 2015, le bastaron dos semanas para cruzar el umbral del millón de ejemplares vendidos. UNA HISTORIETA CON RASGOS DE CALIDADLa imagen de la aldea que resiste al enemigo debe mucho al recuerdo de la 2da Guerra Mundial y a seguramente contribuido a la divulgación de la serie. Pero la verdadera llave del éxito es sin discusión la calidad de la obra. |
Desde su creación, Goscinny definió las grandes líneas que caracterizan la serie: la comicidad de las situaciones y de la repetición, los estereotipos, la parodia y también la reescritura de la historia. A lo largo de los álbumes, observamos numerosas desviaciones: en « Astérix El Legionario » percibimos un pastiche del célebre cuadro La balsa de la Medusa de Géricault. En « El tour de la Galia de Astérix », se parodia el film « Marius y Fanny » de Marcel Pagnol. Desde el punto de vista gráfico, la obra se beneficia del sentido del movimiento propio de Uderzo, de su arte de efectos de sonido y de la caricatura.
Al ofrecer niveles de lectura diferentes, la obra se dirige tanto a los adultos como a los niños. Ella marca el imaginario francés. Numerosas expresiones tomadas de las aventuras de Astérix pasarán a la lengua común : « être tombé dedans étant petit » (referencia a Obélix que se había caído en la marmita de poción mágica), « trouver la potion magique » o también el comentario preferido de Obélix frente a costumbres que el encuentra exóticas : « Ils sont fous ces Romains ! », « Ils sont fous ces Bretons ! »
LA ODISEA DE ASTÉRIX
Las peregrinaciones de Astérix son tambi;en un medio de divertirse amablemente con los cliché que los Franceses abrigan acerca de otros pueblos. Cada tanto se hace burla del secreto de los bancos suisos, la calidad problemática de la cocina inglesa o también la testarudez española…
estos estereotipos, siempre al servicio del género burlesco, suponen una participación del lector (que reconoce el rasgo de humor) y se incluye en una crítica del chauvinismo francés. Pero el genio de Uderzo y de Goscinny es que este mismo dispositivo permite, de rebote, valorizar un cierto espíritu impregnado de universalidad.
Como lo destaca el especialista de la historieta Nicolas Rouvière, « los Franceses aman mirarse en este espejo que refleja de manera caricaturesca y complaciente sus cualidades y sus singularidades ». Servida con una cucharada de humor, la poción no es nunca amarga : pese a los años que pasan, parece ser, en vista de las cifras de venta del « Papiro de César », que su poder mágico no se ha debilitado jamás.